El aspecto saludable de la piel de una persona se identifica habitualmente con la genética, pero lo cierto es que ésta sólo representan el 25% del envejecimiento. Se deben evitar ciertas causas externas o vicios, lo que más de uno llama “mala vida”: estrés, tabaco, alcohol, drogas, contaminación, radiaciones solares, alimentación inadecuada, etc. Los enemigos son múltiples y atacan donde más 'duele': la oxidación celular, principal causa del envejecimiento. Para reducir su efecto solo hay dos posibilidades: tratar de evitar estos vicios y utilizar tratamientos antienvejecimiento para tener una piel siempre joven.
Vamos a detallarte a continuación tu nuestra Clínica Dermocosmética Ana Jiménez, la importancia que tiene para el cuidado de tu piel evitar enemigos como la dieta basura y el estrés.
La dieta basura , tan habitual en los jóvenes, produce importantes cambios en nuestro organismo. Aunque saciante, no aporta las vitaminas y nutrientes que el organismo necesita para funcionar correctamente. La comida suele ser demasiado grasa e indigesta . El aceite con el que se cocina se usa muchas veces y no es sano, en los rebozados hay de todo menos pan y huevo, y las ensaladas se acompañan con salsas ricas en grasas. De nada sirve comer pollo y una ensalada: el cóctel de colesterol y calorías está asegurado. La dieta rica en grasas saturadas e hipercalóricas produce una alteración en el metabolismo lipídico que afecta a la grasa de la piel, empeorando sobre todo el acné, la dermatitis seborreica y, por mecanismos inflamatorios, la psoriasis.
El estrés continuado altera considerablemente a la piel, envejeciéndola. Y esto se debe a que la piel y el sistema nervioso guardan una conexion embriológica en la vida adulta , con elevación de ciertas hormonas en los casos de estrés.
- El estrés afecta el sueño y esto hace que la piel pierda lozanía y aparezcan ojeras. Contribuye a que salgan manchas en la piel porque la hace más vulnerable al medio ambiente.
- Aparece acné en la cara y en el tronco.
- Causa arrugas, ya que contribuye a la micro-inflamación de la piel, la irrita y la hace más vulnerable al sol y otros agresores. Con el tiempo la piel pierde colágeno y se forman arrugas y líneas de expresión.
- Caida de pelo. El estrés contribuye a la perdida del cabello y se cree que a la aparición temprana de canas.
- Puede agravar dermatitis atopica, psoriasis, liquen, rosácea (cuperosis), etc.
- Algunas personas se comen las uñas al tener estrés.
Recuerda que como Clínica Dermocosmética y Dermatológica que somos, contamos con las técnicas y los procesos más innovadores dentro del ámbito de la dermatología estética y, por ende, de la dermatología cosmética.
¡Te esperamos en nuestra Clínica Dermatológica Ana Jiménez en Tenerife, para asesorarte siempre como tú te mereces!.
Fuente: aedv.es