El cáncer de piel es una enfermedad maligna producida por la división y crecimiento descontrolado de las células que la forman, con capacidad para invadir los tejidos y estructuras sanas de alrededor y en algunos casos, a otros órganos a distancia.
Aunque se generalice hablando de cáncer de piel , existen varios tipos entre los que destacan de forma clara los melanomas y los carcinomas cutáneos. En ambos tipos, el principal factor de riesgo implicado en su aparición son las radiaciones solares, sobre todo las de tipo B (UVB) y las de tipo A (UVA). En la piel, estas radiaciones son capaces de producir mutaciones en el material genético (ADN) de las células que componen la epidermis (capa mas superficial de la piel) e impedir su reparación, iniciándose así el proceso de la carcinogénesis o formación de un cáncer.
Los cánceres de piel son los más frecuentes. Poner en práctica medidas de prevención a la hora de exponerse al sol, es la mejor forma de proteger la salud de la piel:
- Adquiere el bronceado de forma lenta y progresiva.
- Utiliza siempre fotoprotectores (cremas, leches solares...).
- Usa gafas de sol, para evitar la aparición de cataratas.
- Utiliza camiseta y gorro cuando realices actividades al aire libre.
Desde nuestra Clínica Dermocosmética Ana Jiménez coincidimos en que la detección precoz es básica, ya que se pueden detectar cambios muy sutiles en lunares o pecas que propician diagnosticar un posible tumor maligno en fases muy superficiales. Fuente: aecc.es